Ni de donde ni hacia donde, solo aquí.
un número más
23/12/13
Una más y una menos, que más da, dicen que las palabras son infinitas.
¿Y ahora que se supone que debo hacer si me pierdo? Aunque sea tengo donde ir. Tengo quien me respalde y si todas esas personas sin nada especial lo han hecho, ¿por qué no yo? Dicen que unos nacen con estrella y otros estrellados, que unos para darse a conocer y otros se niegan a ser conocidos. No se de cuales soy yo y por suerte o por desgracia nunca me ensañaron que se hace en ninguno de los dos casos. Solo que puestos a pedir, con encontrarme donde quiero y con quien quiero, me da igual el ser uno de esos estrellados o esa estrella que brilla más que nadie. No sé ser amiga, ni tampoco amante, ni tampoco hija, ni mucho menos madre y aunque no sea casi ninguna de las que he mencionado, me gustaría aprender a hacerlo a serlo, a saber como se es y como debo o como puedo. Soy cociente de mis errores y de mis fallos, quizás deba rectificarlos y ganaré con ello quedar en paz conmigo misma. Ellos nunca aprenderán a verme con los mismos ojos, pero bueno... el perdón cura, el amor cura y yo me estoy curando, curándome de ojos claros y amores encontrados. Y no digo que no duele, que duele como nada; solo digo que me gusta curarme, las cicatrices quedan aquí para recordarme como funciona el mundo. Pero también me ayudan a escalar, hacia más allá del cielo, justo allá donde espero llegar y poder descansar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario